Antes de estudiar, tocar, interpretar, solo o ante el público, debes tomarte unos minutos para relajarte.
Medita, concéntrate en tu cuerpo y en quitar todas las tensiones a tus músculos.
Si hay sonidos, ruidos, conversaciones que te perturban y no puedes alejarte te sugiero lo siguiente:
- Fija tu atención en cada sonido o ruido y síguelo hasta que desaparezca; así con cada uno.
- No olvides la respiración profunda que puedes hacerla aumentando el tiempo: Tomar el aire (4 segundos) - mantenerlo (4 seg) - soltar el aire (4 seg). Y así, vas aumentando un segundo cada vez.
Durante el estudio controla que todo tu cuerpo esté totalmente relajado: hombros, codos, muñecas, espalda, piernas, cintura. He aquí la meta: lograr el absoluto control de los dedos y brazos, sin tensión.
Por eso trabajamos cada día conscientes de lo que hacemos.
Por eso existen los movimientos adecuados para cada tipo de mecanismo, pero recuerda que tocas el instrumento con todo el cuerpo; cantas y diriges con todo el cuerpo.
Y con toda el Alma...
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