Pregunta frecuente y con tantas respuestas como practicantes existan; por lo tanto, un método único no existe. Simplemente podemos, cada uno de los profesionales, compartir nuestra experiencia.
En mi caso:
Si disponemos de poco tiempo seguido para el estudio (una hora o un poco más), lo importante es escoger bien qué vamos a practicar. Logicamente comenzaremos por las partes más difíciles tecnicamente, que debemos haberlas marcado.
Con poco tiempo disponible, no tiene sentido ni provecho, tocar una o dos veces grandes trozos musicales, porque de esta forma estamos pasando por sobre las dificultades sin trabajarlas bien.
Una vez escogidas las frases y períodos musicales, comenzaremos con tempos muy lentos, manos separadas, aumentando poco a poco la velocidad, hasta llegar a la sugerida y pasarla.
Este proceso debemos repetirlo con ambas manos y luego, manos juntas.
Dependiendo de la dimensión del pasaje en cuestión, este trabajo puede llevarnos una hora o más.
Así sucesivamente repetiremos el procedimiento hasta concluir todo el trabajo técnico
(puede ser que nos ocupe varias sesiones de estudio).
Este método nos permite relajar cada músculo y controlarlo y reafirma la memoria muscular que es parte importante para el proceso de memorización.
En adelante continuaré con mis consejos para una práctica del piano agradable y efectiva.
Mi admiración y cariño por esta Maestra de la música, quien convierte al piano en un instrumento ignoto, sorpresivo, vigorozo y sutil. Por un regalo inmerecido tuve la dicha de tocar con ella, y hablo literalmente cuando digo regalo, pues con un desprendimiento inusual como su talento, acompañaba a los graduandos casi negándose, incluso, a la gratitud.
ResponderEliminarEl piano en sus manos se troca en una orquesta disfrazada, de él arrancaba sonidos inéditos para ese instrumento, tan impresionantes que, en medio de los ensayos me sacaban de mi concentración, por lo que me desenfocaba de mi trabajo en la guitarra abstraído con la maravilla suya.
Recomiendo a pianistas y músicos en general visitar este blog y aprender de una profesional inteligente y sensible como pocos hay en el mundo.
Dios te bendiga, Teresa Cos, nunca dejé de agradecerte y admirarte, querida Maestra, un abrazo.